La práctica de atención plena o también llamada Mindfulness es un ejercicio simple que implica ser plenamente consciente y vivir el momento presente. Su objetivo es centrarse en los pensamientos y sentimientos internos, así como en el cuerpo y el medio ambiente. Ahora no es el momento de juzgar, es hora de aceptar los sentimientos tal como aparecen, reconocerlos y dejarlos ir.
¿Cuáles son los beneficios que brinda la práctica de atención plena?
El propósito de la práctica de la atención plena es hacernos conscientes de la realidad actual y guiarnos para aceptar y evadir la evitación. Con esto, obtenemos una sensación de procesamiento y control: experimentar la vida en primera persona es diferente a ser simplemente ser un espectador.
Por lo tanto, la práctica de la atención plena nos permite actuar de una manera que satisfaga en nuestras necesidades. Cuanto más entrenemos nuestra capacidad para sentir lo que está sucediendo aquí y ahora, más fuerte es nuestra autoconciencia de la realidad y más fuerte nuestra capacidad para dar respuestas conscientes.
Todos ellos cooperarán activamente en nuestra autorregulación emocional y nuestra capacidad para hacer frente a diferentes situaciones estresantes, observar y reconocer nuestros pensamientos y emociones, en lugar de simplemente reaccionar.
Ejercicios excelentes para practicar la atención plena
- Ejercicio #1 de Mindfulness:
Respirar desde la conciencia de uno mismo es el primer ejercicio básico. El ejercicio tiene una duración de un minuto y tiene como objetivo centrarse en las sensaciones producidas por la inhalación y la exhalación. La entrada de aire es natural y fluida, no busca aumentar la capacidad respiratoria, solo siente la entrada y salida del gas.
- Ejercicio #2 de Mindfulness:
El escaneo corporal es el segundo paso del entrenamiento. Implica la observación detallada de las sensaciones del cuerpo.
El ejercicio implica hacer un viaje de pies a cabeza, siendo consciente de la información que surge de la actitud de aceptación. Conocer nuestro estado físico (frío, calor, tensión muscular, rigidez articular, estiramiento, etc.) ayuda a las personas a vivir aquí y ahora en lugar de vagar mentalmente.
- Ejercicio #3 de Mindfulness:
Otro ejercicio es observar los comportamientos diarios, por ejemplo, beber la taza de café que mencionamos anteriormente. Preste atención a la temperatura de la taza, el color, el olor, la consistencia de la bebida, el sabor al beber, el sabor al tragar, el sabor después de tres segundos, etc.
- Ejercicio #4 de Mindfulness:
Observar escenas cotidianas es otra opción. Este ejercicio es el mismo que el ejercicio anterior, pero se centra en diferentes elementos de la escena. Dado que se trata de un entorno cotidiano, la percepción de sensaciones que hasta ahora han sido imperceptibles es realmente instructiva.
- Ejercicio #5 de Mindfulness:
Finalmente, otro ejercicio interesante es ser consciente de sensaciones específicas, como la audición. Percibir sonidos que ocurren en un espacio específico es un ejercicio que requiere un alto grado de concentración.
Cabe mencionar que cuando miramos el paisaje a través de la ventana, cuando vemos a algunos niños jugando en el parque, o incluso cuando tomamos una taza de café por la mañana, la práctica del mindfulness aparecerá de forma natural.