El consumo de productos de origen animal es cruel, antitético y, por si fuera poco, se paga. Y con sobreprecio, a costa del medio ambiente y nuestra salud. Es por ello que el veganismo o volverse vegano se posiciona como una alternativa efectiva para reducir nuestro impacto sobre el planeta. ¿Lo sabías?
Basado en sólidos argumentos y sostenido por investigaciones de universidades, organismos internacionales, oenegés, revistas de divulgación científica, instituciones gubernamentales, entre otros. Te contamos sobre ello, a continuación.
Implicaciones y datos relevantes
Para comprender la relación entre el veganismo y el impacto ambiental positivo, primero hay que conocer sobre una de las actividades humanas más perjudiciales en ese sentido; la ganadería.
Como sector económico es responsable de una porción significativa del daño al planeta que hacemos como sociedad; con especial atención a la industrial intensiva, compitiendo e incluso superando a otros como el de trasporte.

La siguiente lista de la incidencia de la ganadería industrial condensa los factores más relevantes:
- Deforestación: Como consecuencia de la producción pecuaria, millones de hectáreas de cobertura vegetal, principalmente bosques y selvas, han sido arrasadas para adecuar la superficie terrestre al pastoreo animal.
- En detrimento de la biodiversidad: Puesto que se alteran, destruyendo y fragmentando, los ecosistemas que sirven de hábitat natural para diversas especies silvestres.
- Degradación de los suelos: Asimismo, la ganadería es afín a factores perjudiciales para los suelos como el sobre pastoreo, la compactación por pisoteo y maquinaria o la erosión.
- Derroche de agua: Que se puede evidenciar, por ejemplo, en el requerimiento de más de 13.000 litros de agua para producir un kilogramo de carne animal.
- Contaminación: Tampoco se pueden obviar las cantidades colosales de fertilizantes, agrotóxicos y secreciones propias de los animales que van a parar a los suelos, aire, cuerpos de agua y a nosotros mismos.
- Cambio climático: Aproximadamente el 15% de los gases de efecto invernadero provienen de la producción agropecuaria.
Pero, ¿Cómo ayuda volverse vegano al planeta?
Resulta evidente que el consumo de derivados procedentes de los animales es una práctica insostenible, incluso en sus versiones “ecológicas”, además de innecesaria para la humanidad.
El potencial que supone adoptar un estilo de vida ambientalmente responsable se estima, en caso de un veganismo generalizado, impresionante. Veámoslo desde un punto de vista explícito:
Uso de la superficie terrestre al volverse vegano
Estarían disponibles más de 3.000 millones de hectáreas de las actualmente destinadas a la actividad agrícola pecuaria. Disponibles para un mejor aprovechamiento en cuanto a la producción de alimentos ajustados a los requerimientos no artificiales de la sociedad, por decir un ejemplo puntual.
Disponibilidad del agua
Producir un kilogramo de alimentos vegetales requiere muchísimo menos agua que su contraparte animal, aproximadamente menos de la mitad.
Se obtendría una potencial masa de recursos hídricos, aprovechables por otros segmentos más necesitados de las actividades humanas, como el abastecimiento a regiones con deficiencias en el suministro.
Volverse vegano una forma de reducir el impacto ambiental: La huella de carbono
Las fuentes nutricionales de origen vegetal poseen decenas de veces menor huella de carbono, en comparación a las de origen animal. Según diversas apreciaciones, estaríamos reduciendo un 50% de las emisiones actuales de gases de efecto invernadero, relativas a la ganadería y derivados, lo que equivale a más de 16.000 millones de toneladas de CO₂ al año.
Todos a conservar
A mayor conciencia ecológica, inherente de una posición vegana, más factible resultan los programas conjuntos para la conservación de la diversidad biológica, de la calidad de los suelos y los acuíferos.
Un respiro para el planeta
Idealmente, en un futuro próximo, cuando la humanidad renuncie a consumir otros animales sintientes, entraremos en una etapa donde podremos respirar tranquilamente. Con los ecosistemas, regenerándose de forma progresiva junto a la diversidad biológica característica.
¿Sabes cuál es tu huella?
Como puedes ver, el veganismo no consiste exclusivamente en la emancipación de los animales de la explotación a la que están sometidos o en un régimen alimenticio de moda; comprende una visión justa y transformadora de la realidad.
Hoy más que nunca, este tipo de enfoque, que se apuntala como alternativa frente al modelo de consumo tradicional, resulta necesario para toda la humanidad. No solo para quienes estamos comprometidos moralmente en hacer lo posible para cuidar los ecosistemas naturales.
La mitigación del impacto antrópico que se alcanza al adoptar un estilo de vida vegana es vital. No existen dudas en la afirmación; si queremos salvar el planeta, y a nosotros mismos, debemos actuar. Siembra el mensaje.