¿Te has preguntado qué son las copas menstruales? No es de extrañar que hayas escuchado de ellas y seguro que hasta has podido ver una que otra en internet, sin embargo, nunca está de más conocerlas a fondo. ¿Son todas iguales? ¿Cualquiera puede usarla? ¿Sirven realmente? Son algunas de las dudas que surgen al respecto, y que hoy trataremos.
No es un secreto que dichas copas se han vuelto tendencia, tanto por convertirse en un símbolo de conocimiento personal, como por sumar a que la menstruación ya no sea un tema tan tabú. Pero, por sobre todo, son una opción de cuidado personal mucho más alineado con el ambiente, menos contaminante. Comencemos por el principio…
¿Qué son las copas menstruales?
Al preguntarnos qué es la copa menstrual, su nombre ya nos da una pista, ¿Cierto? Se trata de un artículo de higiene personal, dirigido a las mujeres. Se caracteriza por ser reutilizable, así como por su forma de “copa” pequeña y su gran flexibilidad.
También es llamada copa vaginal, un recipiente elaborado generalmente de 3 materiales: silicona, látex, silicona de grado quirúrgico o TPE (elastómero termoplástico o caucho termoplástico).
Debemos tener en cuenta que no se trata de un artículo realmente nuevo, aunque su boom en la sociedad fue hace algunos años. De hecho, hay indicios de la existencia de dispositivos de recolección menstrual desde principios del siglo XX.

¿Todas son iguales?
Otra duda que surge al hablar de que es una copa menstrual, y la respuesta es negativa. No todas las copas vaginales son iguales. De hecho, no solo varían en colores, sino que también existen muchísimos tamaños y modelos.
En lo que sí coinciden todas en el formato de copa, puesto que es esto lo que le permite cumplir su función. Ahora bien, estas suelen clasificarse según el tamaño, facilitando a las usuarias elegir la que se adaptaría mejor a su cuerpo.
Sumado a esto, presentan diferentes grados de dureza, algunas son mucho más flexibles o menos rígidas que otras; ciertas copas presentan un mayor o menor ancho o profundidad.
¿Por qué son las copas menstruales seguras?
Un aspecto que ha generado muchas dudas, discusiones y demás es el de la seguridad. Hoy en día sabemos que otros productos de higiene femenina pueden generar problemas de salud, tales como infecciones o el temido TSS (Síndrome de shock tóxico); al igual que las menos dañinas, por decirlo de alguna manera, como el mal olor.
Pero, esto no nos aclara si usar copas menstruales es seguro, ¿Verdad? Ya un estudio en 2019 dilucidaba una respuesta, que resultaban una alternativa segura y válida, por lo menos si se le comparaba con otras opciones.
Una de las razones para esto, es el material del que están hechas (que es mejor si optamos por silicona de grado médico), también el hecho de que, de acuerdo al material, puede producir menor reacciones alérgicas.
Sin embargo, y aunque las copas menstruales no son nuevas, aún existe mucho desconocimiento sobre ellas, y no todas las mujeres tienen acceso a las mismas.
¿Para qué sirve la copa menstrual?
El principal objetivo de estos insumos femeninos es el de recolectar el flujo menstrual, lo que es posible gracias a su forma. Dicho recipiente, entonces, debe ser introducido en la vagina y, luego de cumplir su función, es necesario retirarlo, vaciarlo y puede ser colocado nuevamente después de ser lavado o limpiado. Es decir, es un producto reutilizable, a diferencia de las compresas comunes y los tampones.
Pero, ¿Tiene algún truco su colocación? El material flexible de la copa vaginal permite que esta sea doblada para facilitar la introducción, sin embargo, esta es una tarea que puede requerir práctica. Mientras que, suele ser necesario romper el vacío que crea el producto (que es lo que evita que haya fugas) para poder retirarlo.
Es importante lavarla antes de volver a introducirla y solo es necesario hervirla o esterilizarla la primera vez que se utiliza y al terminar o comenzar un nuevo ciclo de uso.
¿Por qué las copas menstruales son amigables con el medio ambiente?
Por último, pero no menos significativo, tenemos que hablar de por qué son las copas menstruales más amigables con el medio ambiente que otros productos de cuidados femeninos.
Ya has leído un poco y, el principal motivo es que se trata de un producto reutilizable y de larga duración, que no genera residuos descartables. Una copa menstrual puede tener una vida útil de hasta 10 años que, comparado con la media de 6 kilos de desechos que una mujer puede llegar a producir en un año al usar tampones y compresas, es bastante.
Otro punto importante está en la fabricación, puesto que ostentan un proceso de confección más ecológico, necesitando embalaje solo una vez. En cambio, las compresas y tampones requieren empaques por separado, más el empaque exterior y aplicadores (en algunos casos), todo desechable luego de un solo uso.
Por ello, y por lo que son las copas menstruales, se posicionan como una excelente opción para el cuidado femenino ecoamigable. Siendo una inversión que al principio puede parecer más costosa, pero que a la larga resulta más rentable, tanto para nuestro bolsillo, como para el ambiente.